La Ataxia
Casi 10.000 personas sufren algún tipo de ataxia en España. Se trata de un trastorno que afecta a la coordinación de los movimientos del cuerpo con la consiguiente dificultad para el mantenimiento del equilibrio, precisión en la movilidad y la aparición de temblores durante la acción.
La ataxia, no es una enfermedad en sí, sino un síntoma. Puede afectar a distintos miembros del cuerpo (inferiores o superiores), a la totalidad del cuerpo de forma generalizada o incluso al habla. También se dan combinaciones de todo lo mencionado.
¿Cómo se origina la ataxia?
Las ataxias estáticas pueden ser congénitas, como la PCI atáxica o síndrome del desequilibrio- o malformaciones que afectan cerebelo como el síndrome de Joubert, síndrome de Dandy-Walker, etc. Las ataxias estáticas pueden también ser adquiridas a traumatismos, tumor intervenido, intoxicación.
Las ataxias agudas intermitentes o recurrentes pueden ser hereditarias, habitualmente en el curso de trastornos metabólicos raros como la enfermedad de Hartnup, déficit de biotinidasa, déficit de decarboxilasa pirúvica etc.
Y no hereditarias como la migraña basilar, vértigo paroxístico benigno, cerebelitis recurrente, esclerosis múltiple, intoxicación accidental etc.
En las ataxias progresivas subagudas lo primero que hay que pensar es en un proceso expansivo (tumor) de la fosa posterior cerebral.
Hay también que descartar enfermedades condicionadas genéticamente como la ceroidolipofuscinosis infantil tardía o juvenil, enfermedad de Niemann-Pick tipo e, Sialidosis, enfermedad de Gaucher tipo 3, etc. Que comenzando en la infancia evolucionan en varios años y en las que la ataxia es un síntoma más entre otros, deterioro psiconeurológico, crisis epilépticas, etc.