Camas ortopédicas.
Las camas ortopédicas están pensadas para personas que tienen algún tipo de discapacidad o algún problema de movilidad reducida. Están diseñadas para aportar la posibilidad de ser modificadas a las necesidades del paciente.
Cama rígida.
La cama rígida es la más común, ya sea fija o móvil, no permite modificar la inclinación o forma de la cama. Estas camas son perfectas para el transporte de pacientes.
Camas articuladas.
Estas camas articuladas permiten la modificación de la forma del colchón pudiendo de esta manera reclinarse. Existen dos modelos uno manual en el cual el propio paciente mediante fuerza pueda modificar la posición. Las eléctricas que mediante un control remoto permiten la modificación. Estas camas también pueden ser usadas por personas que necesiten una mayor estabilidad en su cama para realizar actividades diarias como leer, ver la televisión o comer aportando un apoyo acertado.
Camas electrocirculares o de striker.
Estas camas están dotadas de un armazón circular con un motor permitiendo la inclinación de la cama de manera horizontal y vertical hasta 180º. Estas camas están destinadas para personas que requieran cuidados especiales y hayan sufrido fracturas o lesiones en la columna vertebral, lesiones medulares y politraumatizados. El cambio de inclinación es favorable a la hora de evitar escaras en personas que no puedan cambiar su posición.
Colchón antiescaras.
Las camas antiescaras están destinadas a aquellas personas que requieren de estar tumbados en la cama durante largos periodos de tiempo. Las escaras aparecen por un mal funcionamiento de la presión arterial en esas zonas que están sintiendo el peso del cuerpo durante largos periodos de tiempo. Las escaras son evitables simplemente haciendo que dentro del colchón haya diferentes puntos de presión así podemos ir repartiendo el peso y permitiendo un mejor flujo de la circulación sanguínea.