COMO TRATAR UN ESGUINCE DE TOBILLO
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El esguince de tobillo es una de las lesiones más frecuentes entre deportistas, ya sea corriendo, jugando al futbol…etc. Miles de personas sufren a diario un esguince de tobillo, pero la mayoría no se lo suele tomar en serio, hacen caso omiso de la lesión, la tratan como algo intrascendente, regresan pronto a las actividades diarias y finalmente termina convirtiéndose en una lesión crónica para el resto de la vida.
Si al tropezar estiramos o desgarramos los ligamentos que rodean la articulación sufriremos este tipo de lesión. Y si no se trata como es debido puede tener consecuencias de por vida, alterando la forma y la frecuencia de movimientos.
Tipos de esguinces
Los síntomas más comunes suelen ser: dolor, hinchazón, moretón e inflamación del tobillo, aunque depende del grado del esguince de tobillo. Los expertos destacan tres grados de esguinces:
Grado 1: El más leve, se produce una distensión de las fibras que componen el ligamento.
Grado 2: Se genera un desgarro, pero aún hay continuidad entre las fibras del ligamento. En este caso, se suele inflamar bastante el tobillo.
Tanto en el grado 1 como el 2 no suele inmovilizarse la articulación de forma rígida. Simplemente, un vendaje funcional o una tobillera permiten al paciente caminar, a la vez que se va cicatrizando la lesión tendinosa. El tiempo de inmovilización funcional varía en función del grado de esguince.
Grado 3: El más grave y menos frecuente. Se produce una rotura completa del ligamento, por lo que precisa de tratamiento quirúrgico para reparar el ligamento.
El consejo básico tras sufrir un esguince de tobillo es aplicar frío de inmediato en el tobillo dañado tras producirse la lesión; mantener el pie en alto siempre que uno esté sentado con el fin de disminuir la inflamación; así como tomar anti inflamatorios con el objetivo de que disminuya esa inflamación. Para conseguir un alivio inmediato, el mejor tratamiento para todos los tirones y tensiones son: reposo, hielo, compresión y elevación.
Dependiendo del grado del esguince de tobillo, se aconseja acudir al fisioterapeuta para su recuperación, ya que ayuda a mejorar la lesión. Su recuperación oscila entre los 15 días y los 6 meses. Es importante cumplir las normas pautadas en el tratamiento para evitar recaídas y tobillos inestables, ya que los esguinces mal curados pueden incluso derivar en intervención quirúrgica.
Recuperación del tobillo
El tratamiento concreto ante un esguince de tobillo y el periodo de curación dependerá de la gravedad de la lesión. Habrá que tomar una serie de pautas de reposo para la rehabilitación:
- Descanso: haz reposo, intenta no caminar y, en la medida de lo posible, no apoyar el peso en el tobillo lesionado. Además, debes evitar el deporte durante un periodo aproximado que puede oscilar de los diez días –en el caso de esguince leve- a los cuarenta y cinco –en el caso de esguince severo-.
- Hielo: Con el fin de que baje la inflamación, aplica frío en el tobillo afectado durante las cuarenta y ocho horas posteriores al esguince. Hazlo cada tres o cuatro horas durante periodos de veinte minutos, pero nunca poniendo el hielo directamente sobre la piel, sino que es mejor envolverlo en un trapo o venda y luego acercarlo a la zona dolorida.
- Compresión: Dependiendo del grado de lesión, la inmovilización del tobillo se realiza con un vendaje, tobillera, férula inflable, férula rígida o escayola, según la valoración del médico. En cualquier caso, no te quites la solución utilizada hasta que el profesional lo indique.
- Elevación: Mantén la pierna en alto, cuando estés sentado/a o tumbado/a.
Igualmente, los antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno pueden ayudar a aliviar el dolor y rebajar la hinchazón. Para los esguinces más graves, además, puede ser necesario llevar a cabo un programa de rehabilitación, que incluirá ejercicios para aumentar la fuerza y la flexibilidad de la articulación. Para complementar bien este proceso, se aconseja el uso de productos ortopédicos.