La tendinitis aquílea es la inflamación del tendón de Aquiles provocada generalmente por una excesiva exigencia en el ejercicio físico. Este tendón, puede suponer un punto débil para todos aquellos deportistas que someten a este tejido a un impacto constante y unos gestos repetitivos.
Por suerte para ellos, la tendinitis del tendón de Aquiles tiene tratamiento y puede prevenirse de forma relativamente sencilla.
QUE ES LA TENDINITIS AQUILEA
Tabla de contenidos
La tendinitis aquílea es una lesión por sobrecarga del tendón de Aquiles, la banda de tejido que conecta los músculos de las pantorrillas en la parte trasera de la parte inferior de la pierna con el hueso del talón.
Esta rotura ocurre, con mayor frecuencia, en corredores que aumentan la intensidad o duración de sus carreras de manera drástica. También es frecuente entre las personas de mediana edad que practican deportes, como tenis o baloncesto.
SINTOMAS Y CAUSAS
Es posible no presentar signos o síntomas con la rotura del tendón de Aquiles, sin embargo pueden presentar:
- Sensación de haber recibido un golpe en la zona de la pantorrilla
- Dolor, posiblemente intenso, e hinchazón en la parte posterior del talón
- Imposibilidad de doblar el pie hacia adentro o de «empujar» la pierna lesionada hacia adelante al caminar
- Imposibilidad de ponerse de puntillas sobre la pierna lesionada
- Un sonido de rotura o quiebre cuando ocurre la lesión
FACTORES DE RIESGO
Los factores que pueden aumentar el riesgo de rotura del tendón son:
- Es cinco veces más probable que la rotura ocurra en hombres.
- Deportes: ocurren con más frecuencia en deportes que implican correr, saltar e iniciar carreras con paradas repentinas, como el fútbol, el baloncesto o el tenis.
- Determinados antibióticos. fluoroquinolona, ciprofloxacina (Cipro) y la levofloxacina (Levaquin), aumentan exponencialmente el riesgo de rotura.
- El sobrepeso puede ejercer más presión en el tendón.
TRATAMIENTO Y PREVENCION
- Estira todos los días por las mañanas y antes y después de cualquier práctica deportiva.
- Aumenta tu nivel de actividad física de manera gradual
- Realiza ejercicios de calentamiento a un ritmo mas suave
- Escoge un calzado óptimo para la práctica del deporte que realices
- Fortalece los músculos de la pantorrilla.
- Alterna actividades de alto impacto (correr, saltar) con otras de bajo impacto (montar en bicicleta y nadar).