La rehabilitación es el término general para referirse a la fase del proceso de atención sanitaria dirigido a atender las secuelas de una enfermedad o trauma que causan disfunción y discapacidad, con el objetivo de restituir a la persona su funcionalidad social, laboral e integral.
Pautas a seguir en el proceso de rehabilitación
Para la rehabilitación de una lesión de muñeca, lo primero que debemos hacer es limitar toda actividad de la articulación, es decir, hacer reposo para intentar romper con el bucle de dolor. En algunas de las lesiones vistas anteriormente, se produce una impotencia funcional (la propia articulación no es capaz de realizar esfuerzos o, si los realiza, hay un aumento considerable del dolor).
Si la lesión es aguda, probablemente irá acompañada de inflamación por lo que es recomendable la utilización de una media o vendaje compresivo para disminuirla. En este mismo caso también podemos aplicar hielo durante las primeras 24-48 horas para reducirla.
Para las tendinitis y las patologías neurológicas existen unas férulas que limitan la movilidad y ayudan a la rehabilitación de la zona.
Si la inflamación es muy grande, el médico nos podrá prescribiralgún medicamento analgésico y/o antiinflamatorio. Esto ayudará a que la rehabilitación de la lesión de muñeca se vea reducida en el tiempo.
Una vez el dolor y la inflamación han desaparecido prácticamente del todo, empezamos la fase de movilizaciones pasivas. Aquí, el fisioterapeuta será el encargado de realizar los movimientos de flexión, extensión y desviaciones cubitales y radiales. Este trabajo se debe realizar sin dolor o con un dolor soportable por parte del paciente. Para la realización de las movilizaciones, en la fisioterapia puede utilizar la parafina para conseguir que la articulación tenga una temperatura más alta y sea más cómoda su manipulación.
A parte de las movilizaciones, en función de la patología a recuperar, el fisioterapeuta también realizará estiramientos de la musculatura flexora y extensora de la muñeca y de los dedos. Posteriormente, estas movilizaciones pasarán a ser activas, es decir realizadas por el paciente, junto con los estiramientos que el fisioterapeuta enseñará al paciente.
Las 4 patologías de muñeca más comunes
Teniendo en cuenta esto, nos encontramos con 4 tipos de patologías más comunes:
- Fracturas de algún hueso del carpo. La fractura del hueso escafoides es muy común.
- Esguinces de ligamentos, como el ligamento anular del carpo que «enrolla» la articulación. La lesión de este ligamento es conocida como “muñeca abierta.”
- Tendinitis inflamaciones de los tendones. Una de las más conocidas es la de Quervain, afecta a los tendones del debo gordo. El uso de una buena muñequera podría ayudar a evitar movimientos del dedo y ayudar a su rehabilitación.
- Neuropatías por atrapamiento de algún nervio (Síndrome del túnel carpiano)
Estas lesiones pueden producirse de dos maneras: agudas como una fractura o un esguince por un golpe o caída; y progresivas por movimientos repetitivos, más propias de tendinitis o neuropatías. Ante cualquiera de estas patologías es importante acudir a un centro médico y que un traumatólogo nos diagnostique el tipo de lesión, ya que algunas de ellas pueden requerir de intervención quirúrgica si el tratamiento conservador falla. Una gran ayuda para la rehabilitación será el uso de productos ortopédicos dependiendo el grado o tipo de lesión, las muñequeras semirrígidas cortas agarran muy bien la muñeca evitando doblarla.