AYUDAS Y TÉCNICAS PARA EL BAÑO

La movilidad de las personas puede verse limitada con el paso de los años o con la aparición de alguna lesión o patología. Esto ocurre cuando aparecen dificultades a la hora de realizar actividades de la vida diaria. Pero hay que intentar mantener la mayor autonomía posible, sobre todo en zonas tan intimas como los cuartos de baño. Pero al ser estos zonas húmedas y bastante resbaladizas se le dificulta a una persona mayor su autonomía dentro de estas zonas.

Ayudas técnicas para ducha

Al disminuir la capacidad para ejecutar los diferentes movimientos que hasta el momento podía realizar, la persona se siente preocupada ante la nueva situación. En muchas ocasiones es necesaria la ayuda de una tercera persona.

Cuando se necesite ayuda para la realización de una actividad hay que saber que existen productos de apoyo (también conocidos como ayudas técnicas). Estos nos van a facilitar la realización de la misma. Son instrumentos, dispositivos que dan una ayuda externa para superar las limitaciones que impiden realizar las actividades cotidianas. Hay para todo tipo de actividades y para cada situación individual.

Si hablamos directamente de las ayudas técnicas para la ducha, todos conocemos los beneficios que tiene una buena higiene corporal. Nos mantiene limpios y desinfectados de bacterias, nos estimula sensorialmente haciéndonos sentir mucho más a gusto, nos despierta por la mañana o nos relaja por la noche, una ducha con agua fría activa la circulación de la sangre…podría seguir enumerando los múltiples efectos beneficiosos que contiene el aseo diario. Si potenciamos la realización de esta actividad de forma autónoma también potenciamos el buen estado emocional. Si no puede realizarse de forma autónoma y se necesita ayuda de otra persona cuanto más cómodo y seguro se sienta la persona dependiente menos irrumpiremos en esa intimidad.

Autonomía

Para conseguir el mayor grado de autonomía posible en la ducha y la mayor seguridad, lo más indicado es tener el baño adaptado, no tiene que haber plato de ducha. Existen baldosas antideslizantes óptimas para este uso, se colocan con un desnivel de 2% hacia el desagüe para que el agua se vaya sin dificultad y no se salga por todo el suelo del cuarto de baño. No poner mampara o si se coloca que no tenga carril de guía por donde se accede a la ducha. Con este tipo de ducha facilitamos la entrada y salida de ella sin ningún riesgo a tropezar y que se produzcan caídas y también el acceso con cualquier tipo de silla de ducha con ruedas que os nombraré más adelante.

Para más seguridad y ayuda en la realización de la adaptación de la ducha existen múltiples modelos de banquetas y sillas de ducha. Para elegir la más adecuada a las necesidades de la persona lo que debemos tener en cuenta es la capacidad de movilidad de la persona y grado de estabilidad en sedestación (si se mantiene sentado de forma estable), además, muy importante tener en cuenta el espacio que se dispone en la ducha para colocar una que quepa y a su vez deje el suficiente sitio para moverse sin añadir riesgos de caídas.

Cuando la persona tiene un buen control postural de tronco y una movilidad bastante conservada puede ser suficiente con una banqueta de ducha para realizar la acción sentado, así se previene de posible aparición de fatiga y resbalones o caídas. Hay diferentes modelos de banquetas, con sus conteras antideslizantes para que no resbale.

Silla de ducha

Cuando la persona tiene cierta inestabilidad postural de tronco y/o problemas de respiración o fatiga, es adecuado una silla de ducha para tener mayor estabilidad y apoyo a la vez que permite descansar más cómodamente si se necesita, también existen multitud de modelos para poder elegir el que más se corresponde con sus necesidades.

Asientos de pared

Si dispones de un espacio de ducha reducido existen multitud de modelos de asientos de pared para ducha. Estos van atornillados a la pared y pueden ser plegables, con respaldo, con reposabrazos…

Sillas de ducha con ruedas

Cuando la persona no puede deambular de forma autónoma, existen sillas de ducha con ruedas. Estas van a facilitar el traslado hasta el cuarto de baño y el acceso a la ducha y como estos modelos disponen de apertura en el asiento para poder acceder al wc directamente con ellas o ponerles una cubeta inodoro nos abren un abanico muy amplio de posibilidades para facilitar la realización de las actividades de ducha y uso de wc tanto de forma autónoma o con ayuda de terceros.

Existen las sillas de ducha con ruedas no autopropulsables (las cuatro ruedas son de diámetro pequeño por lo que tiene que ser empujadas por otra persona) y las sillas de ducha con ruedas autopropulsables (las ruedas de atrás son de diámetro grande con un aro exterior del que la persona puede impulsarse y desplazarse de forma independiente).