¿Qué es una cama ortopédica y que tipos existen?
Las camas ortopédicas tienen las características particulares que permiten ajustar la posición y altura de esta para proporcionar un mejor descanso y adaptabilidad a la ergonomía o condición del usuario. Por esta razón son muy utilizadas por personas con movilidad reducida o en centros hospitalarios.
Estas camas no se limitan a ese uso. Y es que en la actualidad hay modelos muy versátiles ideados para proveer descanso a personas y también a animales. En conclusión, las camas ortopédicas ofrecen una superficie adecuada a la ergonomía del usuario que es resistente, pero a la vez flexible en cuanto al ángulo y altura.
Cómo elegir camas ortopédicas
Cuando necesitamos comprar camas ortopédicas es importante prestar atención en algunos aspectos básicos de su funcionamiento que nos permitirán orientarnos por los modelos más adecuados.
Para muchas personas que no tienen problemas de salud, pero que están buscando una superficie ajustable y cómoda, es recomendable optar por camas ortopédicas manuales tanto porque son fáciles de usar como porque el precio de estas camas es más económico que las camas ortopédicas con motor.
Las camas ortopédicas con motor son las mas recomendables si el usuario consta de una movilidad reducida. Pues estas pueden compensar la falta de movilidad del usuario con un sencillo sistema eléctrico, controlado por mando.
Tipos de camas ortopédicas
Cama rígida. Puede ser móvil o inmóvil. Al no permitir la movilidad de la cama por segmentos, tampoco permite colocar a los pacientes en determinadas posiciones.
Cama traumatológica o de Judet. Es la cama indicada para pacientes con fracturas, luxaciones, parálisis, etc. Posee un armazón metálico que se acopla a la cama con el fin de sujetar las poleas y el equipo de tracción.
Cama electrocircular o de Stryker. Está formada por dos armazones metálicos circulares, unidos entre sí por un plano rígido que gira sobre los anteriores. Esta cama puede adoptar cualquier posición ya sea horizontal, vertical, inclinada en todos los ángulos y boca abajo, ya que permite giros de 180º. Viene con un interruptor que permite un movimiento lento en sentido circular y puede ser manejado por el propio paciente. Es la ideal para pacientes con lesiones o fracturas de columna vertebral, con lesiones medulares, politraumatizados y grandes quemados.